Cuéntame un cuento (Ft. Nerea) #1

¡Hola librófilos! Hoy os traigo una nueva sección. Sé que es Domingo de Frases, pero todo lo bueno acaba, y esa sección no podía ser una excepción. De momento voy a dejarla un poco en "stand by", aunque seguiréis encontrándola en el menú de arriba.

Resulta que tengo una nueva ahijada como ya sabéis, se llama Nerea y su blog es Misis Letriler. Hemos decidido hacer una sección juntas. Os explico: cada una de nosotras va a empezar un relato en su blog, yo publicaré el mío y Nerea publicará el suyo. Y pensaréis, ¿Dónde está la gracia? La gracia está en que dentro de dos domingos, ella tendrá que continuar mi historia y yo la suya. Cada quince días nos la cambiamos, así vemos si la otra ha escrito un poco lo que nosotras íbamos a escribir o le ha dado un giro inesperado. Podéis encontrar esta sección fácilmente en la pestaña de secciones. ¡Espero que lo disfrutéis! Bueno, yo os traigo mi primera parte:

Me levanto de la silla. Hay como doce personas mirándome y me entra el pánico. Bueno, tranquila, tú puedes. Me aclaro la garganta y hablo 

-“Hola, soy Malena, tengo 21 años….y tengo miedo escénico”

-“Hola, Malena” – dicen todos prácticamente al unísono

Me siento como en una reunión de alcohólicos anónimos, y en cierto modo, es algo parecido. Se trata de unas “clases” para superar miedos. Hay todo tipo de miedos, a mi lado hay una chica que tiene miedo a los espacios cerrados, y al otro un chico que no puede ver a los payasos. También hay un aracnofóbico, un agorafóbico… lo mío dicen que se llama Glosofobia, que es miedo a hablar en público. Bueno, más o menos es eso, porque mi miedo es a cantar en público.

Veréis, desde pequeña me ha gustado mucho cantar y he recibido clases de canto y coro. Todo marchaba bien hasta que un día mis compañeros de colegio me gastaron lo que ellos llamaron “broma”. Estábamos todos en un escenario cantando y de repente todos se callaron y solo se me oía a mí, y para colmo mi compañera de al lado me tiró de la falda y me quedé en braguitas. Tenía solo 14 años, pero fue bastante traumático. Todo el mundo comenzó a reírse (menos mis padres, claro). 

-“¿Y qué es lo que te impide ese miedo?” – dice Hugo, que es el coordinador de estas reuniones.

-“Bueno…siempre me ha gustado cantar, es mi sueño desde pequeña y ahora soy incapaz de cantar delante de más de cinco personas.”

-“¿Y cómo crees que podrías vencer ese miedo?”

-“La verdad, Hugo, creo que no puedo” – bajo la vista y aprieto los labios para no llorar.

-“Bueno chicos, la reunión ya ha acabado” – todos nos callamos para escucharle – “para el próximo día me gustaría que todos pensaseis de qué forma podéis vencer vuestros miedos. También podéis pensar en los miedos de vuestros compañeros. ¡Hasta luego!”

Salgo del edificio, y como siempre, está mi madre esperando. Fue ella quien me obligó a apuntarme a esto. La verdad es que los chicos son muy majos y se portan muy bien conmigo, pero no veo que esto vaya a quitarme mi miedo escénico, ya llevo aquí cuatro semanas y sigo exactamente igual que al principio. Se lo comento a mi madre de camino a casa y ella se pone seria.

-“Malena, cielo, tienes que dejarte llevar y hacer más caso a las palabras de Hugo. Intenta pensar en lo que os ha dicho, a ver si se te ocurre algo”.

-“Mamá, sé de sobra la única manera de superar mi miedo, como todos, es enfrentarme a él, pero no quiero hacerlo así. No puedo. Lo he intentado muchas veces. Intento pensar en otra solución pero no se me ocurre nada”.

¿Qué os parece? ¿Queréis ver el comienzo de Nerea? ¡Pinchad aquí!